Fernando Blanco Muiño: «Necesitamos que los consumidores terminen con la cultura del derroche»

Entrevistas

Yanina Granda, Elías Bravo y el equipo de Mirada Nacional, dialogaron con el ex director nacional de Defensa del Consumidor.

¿Qué hay que tener en cuenta para leer una boleta de luz, gas y agua?

– Lo primero que siempre hay que controlar es que lo que figura en la boleta como valor de unidad consumado, sea lo que marca el medidor. Sobre todo, luz. Las empresas en nuestro país tienen la obligación de hacer lecturas reales.

¿Cómo hago para controlar el medidor? ¿Si está bien o si está mal?

– Ahí hay que fijarse con las fechas del propio resumen. Habitualmente son bimestrales, así que cuando corta el bimestre, hay que checar cuál es la marcación de la fecha para controlar el bimestre completo.

¿Qué pasa si lo que yo controlé o consumí no está bien?

– Hay que hacer un reclamo al proveedor, argumentando que hay diferencias en la medición. La empresa tiene que mandar a un inspector para validar si el medidor está bien, que no haya fugas o anomalías.

Con todo esto de los aumentos que se vienen, ¿cómo hace un jubilado o cómo hace una familia para entender si le viene la boleta más cara o si le están cobrando bien o mal?

– Lo primero que me gustaría compartir con ustedes y con la audiencia es que lo que se ha anunciado desde el Ministerio de Economía. No sabemos cómo va a terminar impactando. Anuncios que cambian de un día para el otro; realmente la incertidumbre que se ha generado es enorme. Por otro lado, habrá que ver cómo se implementa en los próximos meses. El gobierno dice que la modificación recién se vería con las boletas de noviembre. Y, por último, necesitamos que los consumidores terminen con la cultura del derroche por los antiguos subsidios, con los que se pagaba poco.

¿Sabés la sensación que se tiene? Que lo que pagás no hay manera de controlarlo. Si vos decís que no es claro, imaginate a la persona que pagaba $7.000 de luz y ahora pasa a $14.000.

– No está claro en los anuncios. No lo tienen claro las empresas proveedoras. Están a la espera de las nuevas bases de datos, para que ajusten sus sistemas de facturación en las nuevas normativas.

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