Andrea D’Atri: “Proponemos medidas de emergencia, como no pagar la deuda externa”

POLITICA

Mateo Lazcano y Lola Gontero dialogaron con la precandidata a legisladora por el Frente de Izquierda.

¿Cómo se preparan para el domingo? ¿Cree que están bastantes corridos a la derecha los tópicos de campaña?

– La campaña está corrida a la derecha, empujados centralmente por quienes convirtieron a Milei en una figura mediática, que hizo correr a toda la gente hacia la derecha. Los grandes grupos empresarios y mediáticos, lo convirtieron en un fenómeno que puede canalizar esta bronca contra los políticos. Las grandes coaliciones mayoritarias, gobernaron para los grandes grupos empresarios, los favorecieron, pregonaron e instauraron un ajuste descomunal en función de pagar la deuda del FMI. Los afectados fueron lo jubilados, los trabajadores, los sectores más empobrecidos… Es fácil correr toda la agenda a la derecha, para discutir contra unos políticos que lo único que generaron es descontento, resignación y sensación de que no hay ninguna salida, pero sin mencionar a ese poder económico que es el que está detrás de esas políticas.

¿Cuáles son principales propuestas del Frente de Izquierda? ¿Por dónde creen qué hay que reencauzar lo político?

– A nivel nacional, estamos proponiendo medidas de emergencia, como no pagar la deuda externa. Proponemos también nacionalizar la banca y el comercio exterior, porque es necesario para evitar la fuga de capitales y la falta de dólares, lo cual permitiría reducir los altísimos índices de inflación. También, proponemos una medida esencial, para acabar con la dualización del mercado laboral, bajar las horas de la jornada laboral, y con las horas sobrantes repartir entre trabajadores ocupados y desocupados, para que todos tengan un trabajo con derechos y un salario digno.

Mientras se habla de la reforma laboral, la izquierda sale con una propuesta histórica, en el sentido opuesto.

– Argentina tiene una de las jornadas laborales más extensas del mundo. Hace más de 100 años se conquistaron las ocho horas de trabajo. En ese tiempo, la tecnología avanzó lo suficiente como para que no sea necesario trabajar la misma cantidad de horas que hace un siglo atrás. Todo el desarrollo tecnológico que permitiría producir lo mismo o más en menor cantidad de horas, en realidad está usado en beneficio de unos pocos, pero no en beneficio de la mayoría trabajadora.