Patricia Pines, madre, docente e integrante de Vacantes para todxs y de Familias por el Retorno Seguro a las Escuelas estuvo en comunicación con Sandra Russo a raíz de la decisión del Gobierno de la Ciudad de retornar a las clases presenciales en contexto de pandemia.
«Después de un año de estar guardados dentro de casa, sin ver a familiares nos parece tirado de los pelos la vuelta a la presencialidad» manifestó y comentó que ya antes de la pandemia «todo lo que debería ser garantizado por el gobierno, lo garantizaron las familias», ya que venían faltando insumos de higiene en las escuelas.
El Gobierno de la Ciudad hizo un ajuste del 70% en el presupuesto educativo y recortó el Plan Sarmiento que era el que se encargaba de la entrega y reparación de equipos, «esa plata fue destinada a la educación privada», aseguró Pines y agregó que «lo que esta buscando el gobierno es garantizar el funcionamiento de la gestión privada».
Además afirmó la importancia de atender la emergencia epidemiológica, ya que «estuvimos todo el año exigiendo el acondicionamiento de las escuelas, el trabajo en parejas pedagógicas de los docentes para que puedan atender la presencialidad y virtualidad», como también inversión en infraestructura.
«Es casi criminal la propuesta de meter a 30 pibes en un aula, están apuntando al ‘caiga quien caiga’, nosotros entendemos que tenemos que cuidar la salud», sostuvo Patricia y agregó que «son decisiones tomadas muy cómodamente detrás de un escritorio».
