Ya hay en la tapa de los diarios varios temas para analizar y tratar en este comienzo de año: la movilidad jubilatoria, el tema de la coparticipación y la inflación.
Pablo Menéndez Portela, economista de Atenea Centro de Estudios Para el Desarrollo Nacional, docente de Economía Política en la UNLa y escritor en Ámbito Financiero habló en Radio Ensamble para analizar la coyuntura económica del país.
En cuanto a la movilidad jubilatoria, expresó que ya está aprobada y sancionada por el Congreso, y lo entiende como el retorno de aquella fórmula que rigió durante todo el gobierno de Cristina Fernández que ata las jubilaciones a la evolución de los salarios y la recaudación del ANSES. «Hay un claro objetivo de intentar recuperar el haber jubilatorio que se vio muy dañado bajo la fórmula anterior de Macri, que estaba atada a la inflación pero con un tiempo de retraso que hacía que no se podía recuperar el poder adquisitivo de los jubilados». Esta movilidad tiene un objetivo fiscal positivo porque le da más certeza al Estado Nacional que va a poder afrontar ese compromiso con los jubilados, el difícil fiscal va a estar bajo control, según explicó Portela. La actualización será trimestral, aplicando la fórmula y será incrementado cuatro veces en el año la jubilación, como también la AUH.
Sobre la inflación, afirmó que el tema cambiario va a ser clave para acompañar la evolución de la inflación. «Uno de los factores es que en el sector agropecuario no esté en ritmo que el gobierno necesita, otro factor es el alto precio que vemos en las commodities a nivel internacional, como el precio de la soja, es por esta situación internacional es que los productores especulan vender a un mejor precio lo que reforzará sus ganancias». Mas allá del tipo de cambio que haya, el precio de la soja viene en aumento es porque eso que los productores intentan vender a mejor precio, porque las exportaciones se venden caras, pero en ese juego de oferta y demanda puede traer cierto «stress cambiario».
Sobre el acuerdo con el FMI, Portela recordó que a fines de este año hay un vencimiento del acuerdo que se firmó en 2018 que totaliza 3.600 millones de dólares, por lo que «correrá el reloj» para llegar a un acuerdo y patear el vencimiento del mismo porque «si a la situación delicada del frente cambiario le sumamos lo de la deuda, afectará en el cambio y en la brecha cambiaria y eso se trasladará a los precios».
Por otro lado, el economista destacó cuestiones positivas sobre cómo está parado el Gobierno nacional para encarar la situación económica y manifestó que un punto importante es el plan de vacunación que ya arrancó el año pasado. «La recuperación económica depende de ese plan y traerá un circulo virtuoso que va a hacer que acompañen las demás variables» afirmó Portela.
Con respecto a la coparticipación, Portela explicó en primer lugar, que el término es errado porque «lo que recibe la Ciudad de Buenos Aires son transferencias de fondos de nivel secundario». La coparticipación data de 1988 y en ese entonces era la Capital Federal, no existía la Ciudad de Buenos Aires como ente autónomo, «esto implica es que no recibe coparticipación sino transferencias que emparchan eso que no reciben y están a tiro de ley del Congreso o de un decreto presidencial siempre y cuando no lo deroguen». Es por este motivo que el poder ejecutivo puede decidir que porcentaje recibe la Ciudad de Buenos Aires. «No hay nada de inconstitucional en cuanto la ley de coparticipación no incluía CABA. Por supuesto que es un problema, porque debería ser incluida en una nueva ley», afirmó Pablo. Además explicó que la Ciudad apuesta a tener un fallo favorable porque este giro de fondos del Estado Nacional representa una buena parte de sus ingresos para solventar los gastos que tiene. «El poder adquisitivo que tiene CABA es mucho mayor que tienen las demás provincias del país y eso termina configurando una inequidad. Esta decisión de Fernández es un intento por corregir esto», aseguró.
