Manuel Soriano un especialista en rastrear los orígenes de las canciones de cancha. Hizo un recorrido sobre el historial anti LGBTI de la hinchadas argentinas, uruguayas e inglesas y con esa recopilación armó un libro llamado ¡Canten Putos!.
Desde hace tres años, contó Manuel, que viene escribiendo este libro pero desde chico que jugaba con los amigos de qué canción venía cada canto. Empezó escribiendo una crónica sobre la historia del canto «La concha de tu madre All Boys», una de las versiones más conocidas. Esa canción viene de una intérprete mexicana llamada Sonia Rivas, que fue grabada a principio de los 80′, pero el compositor fue un argentino, Richard Mochulske. Esa canción pasó por muchos canticos, con distintas letras. «Es un cantito muy simple entonces te permite amoldarlo a muchas cosas». En esa crónica aparece la anécdota de una partera que estaba atendiendo a una mujer que durante 5 horas que duró el parto, gritó ese canto como una forma de liberación. «Todo ese viaje de la historia es una cosa demencial. A partir del libro me escribe la hija de Richard Mochulske, que sabía de la existencia del canto y se había emocionado mucho.»
Todo ese viaje que recorre Manuel para llegar a los orígenes es lo que disfruta y el corazón de las historias.
Soriano confirma que cantar esos cánticos solo no tiene mucho sentido, pero lo que se genera cuando se canta en masa es un fenómeno especial. El autor llega a Hugo Lobos, trompetista de Dancing Mood, que a su vez estuvo en la hinchada de Atlanta durante muchos años, manejando los vientos de la hinchada. «Me contó que al principio se volvió loco porque intentaba seguir él la nota de los que cantaban, pero ahí uno le dijo, la nota la ponen las trompetas y ahí te siguen a vos».
Manuel explicó cómo muchas veces estos cánticos salen de la tribuna y se vuelven cotidianos perdiendo el sentido habitual, como el «Canten putos» significa, «canten amargos». Pero también, una de las crónicas trata específicamente esta relación entre los cánticos y la homofobia. Estas metáforas hacia la genitalidad, donde toda la connotación de lo macho es ‘lo bueno’, lo no macho ‘es malo’, el macho es el que humilla al otro. «Está en la crónica el análisis de lo qué es y de lo que significa la masculinidad en la cancha».
En el libro se hace un recorrido sobre el origen de las canciones, las formas de la violencia, el contenido sobre la masculinidad, otras sobre cómo es el proceso creativo y cómo surge ese cántico. Al autor le interesa la situación en la cual hay cantitos que son muy populares, melodías que quedan en el inconsciente colectivo, pero se desconoce de dónde vienen.
Entrevista completa ↓
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