El equipo de ¿Y esto quién lo garpa? charló con el analista internacional sobre cómo impactó la muerte del jefe del Grupo Wagner en Rusia.
La muerte de Yevgeny Prigozhin causó mucha conmoción en el mundo. ¿Cómo se vive en Rusia? ¿Qué impactó puede tener esto?
– La compañía Wagner sigue operando. Hay total normalidad, se designaron nuevas autoridades, han habido variantes, como jurar lealtad a Rusia. Si el presidente Putin hubiese querido tomar alguna decisión sobre Prigozhin, lo hubiese podido hacer inmediatamente después de ese supuesto motín que protagonizaron que, a mi modo de ver, fue una operación para hacer caer a algunos personajes dentro del ejército, que no estaban del todo alineados con las políticas.
De los hechos del 24 de junio pasaron dos meses. ¿Esto significó una pérdida de poder para Putin? ¿Cómo quedó parado después de esos hechos?
– En esos momentos, analizaba que, seguramente, el levantamiento no iba a durar más que unas horas, por la fortaleza de Putin y el duro discurso que había dado. Creo que su figura salió fortalecida. Pasado todo este tiempo, cuenta con el 80% de aprobación por parte del pueblo ruso. Es una verdadera devoción que tienen por él; esto tiene que ver con las circunstancias en las que él tomó la dirigencia de Rusia y cómo está ahora. Tras este supuesto motín, se fortaleció su figura porque se limpió de estos factores internos, de los que no eran leales. Muchos fueron detenidos, otros se fueron del país, se detuvo a un general sumamente importante… El pueblo ruso, cada vez, es más consciente de la necesidad de la operación que inició el presidente en febrero del 2022, y cada amenaza que se cierne sobre ese país, hace que el pueblo más se abroquele alrededor de su líder Vladimir Putin.
Rusia recuperó mucho dominio diplomático. La guerra no lo borró del mapa y del poder de negociación.
– Rusia siempre tuvo una diplomacia muy profesional y muy respetuosa de los otros estados. Esto lo valoran países del continente africano, de Asia y de Latinoamérica, ya que todos fuimos, en mayor o menor medida, víctimas de la prepotencia y del colonialismo de Europa y de Estados Unidos.