Yanina Granda y el equipo de Amigas del Sexo charlaron con el cantante de la banda Commanche.
¿Cómo fue tu primera vez?
– La primera vez fue un favor que me hicieron. Una amiga, una chica del cole. Yo le hice una carta porque la vi llorar. Por pena le hice una carta con rimas, y ella se enteró. A partir de ahí se enamoró; yo me quería morir. Yo tenía 13 años, y la siguiente temporada ella desarrolló un montón. Dije ‘epa’. Me dejaron de gustar un poco los videojuegos y le pedí si me hacía el favor y que me avise si compraba o no preservativos. Me dijo ‘no se pide así’. Tenía novio, un novio grande que después me buscó por los boliches y yo me quería morir. Hasta hace seis años atrás yo estaba en contacto con ella y la hija de ella me decía «el tío Pablo, el tío Pablo». Y a partir de un día dijo ‘no quiero verte más porque mi hija se está poniendo grandecita’. Yo me enojé y me indigné.
¿El lugar más raro donde tuviste sexo?
– El auto. Playa, pero no me gustó. Soy bastante clásico. Me molestó la arena. Evalúo mucho los riesgos y donde hay muchos no me gusta. Habría que ver el momento cuando estoy sin desagotar, habría que ver varias cosas. Todo depende. Soy una persona muy tranquila.
¿Sos de fantasear con la mente o más de ir a lo erótico o lo sensual?
– La mente. Soy un puerco. De hecho, es lo que me levanta todo. Y sí, obvio, mi mente me rige más que el cuerpo. Sin cabeza, la de abajo anda más o menos. De hecho, cuando la cabeza de arriba está mal, nadie lo dice, la de abajo anda mal.
¿Chirlos?
– Nada. No me gusta la violencia. Mi novia sí me ahorca, pero pero no me gusta la violencia en ese momento, solo me dejo llevar.
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