Yanina Granda y el equipo de Amigas del Sexo charlaron con el líder de La Zimbabwe.
¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual? ¿Qué recordás y qué nos podés contar?
– Habrá sido como a los 17, en el último año de secundaria. No fue lo mejor tampoco. Fue una cosa medio como ni premeditado, ni pensado. Y la verdad lo guardo como la primera experiencia, pero no lo guardo como algo que lleve en mi memoria y mi corazón.
¿Fue con alguna novia o con alguien pago?
– No, no. Nadie me llevó a eso. Fue algo que no era una novia, nada. Una chica del barrio.
¿Recordás alguna anécdota graciosa que te haya ocurrido en el encuentro que puedas compartir?
– Escena, telo. Un pasacasette en la pared, con una radio como si la hubiesen sacado de un auto y la hubieran puesto en la mesita de luz del lugar, y encima no andaba. Y lo más gracioso es que quise prender el aire acondicionado del lugar y no andaba porque no era nada más que la carcasa. El telo ya no existe más pero estaba en Puerto de Olivos. Fue una noche muy graciosa, me cagué de risa.
¿Le cumpliste la fantasía a alguna pareja?
– Alguna vez, puede ser, sí. Un trío. Dos mujeres y un hombre. La pasé bárbaro.
¿Cuál sería tu parte femenina?
– La parte femenina mía es bastante grande te diría. Yo me dejaba maquillar por una ex novia hace muchos años. Me agarraba y me pintaba. Me quedaba sentadito y ella me pintaba todo. Era como que, no sé, se divertía. Y yo me dejaba. Era un modelo vivo, me gustaba. Yo creo que la risa en la relación y en el sexo es fundamental.
¿Cuál es tu método de seducción?
– Justamente eso me parece, que es ser natural. Es básico. Y, además, eso también; cuando sacás una sonrisa a alguien es lindo y el otro también baja la guardia, se relaja y podés charlar de otra manera. Y podés encontrar más afinidades. No digo de contar chistes, pero dentro del encare, de la conversación, sacás una sonrisa y me parece que ya tenés un paso adelante.
Si te tuvieras que comprar con un animal en la cama, ¿con cuál te compararías?
– Tigre, no sé. Me han dicho potro. Yo sería un animal, salvaje. El ser humano es un animal, y cuando uno deja todo su lado salvaje afuera me parece que es eso.
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