Yanina Granda y el equipo de Amigas del Sexo charlaron con el actor y humorista, el cual habló de sus experiencias sexuales.
¿Tenés algún secreto o algún ritual a la hora del sexo?
– Hago un ritual generalmente con velas. Cruzo los dedos y digo ‘quiero que se pare, quiero que se pare’. A veces, con mis amigos compartimos alguna foto erótica, subida de tono. Y el otro día me mandaron una foto de una chica muy bonita, muy sexy, muy sensual, prácticamente desnuda, pero no sé si tengo un ritual. Cuando me agarran las ganas soy como un pibito.
¿Recurrís a fantasías o vas directamente al hecho?
– Me gusta mucho una mujer con ropa interior linda. Me gusta que tenga tacos, me encanta. Me venís con chancleta y te saco cagando. La vestimenta me parte en dos. Me empieza una adrenalina adentro. Me lleva a los 15 o 16 años, que sos como un dóberman, que no ves otra cosa. Eso me lo ponés en frente y me seduce de una manera…
¿Recordás alguna anécdota graciosa?
– Siempre me acuerdo de una que estaba desesperado, que me pasó en un verano en Uruguay. Me encantó una chica, qué sé yo, y empezamos a los manotazos. Estábamos en la playa, no sé, era un quilombo. No se por qué había petróleo en la playa. Y después otra: yo vivía con mi vieja. Ella se había ido a Entre Ríos a pasear, y yo fui a casa con una novia que recién empezábamos. Me olvidé las llaves adentro y me quedé afuera con ella. Rompí la puerta. Era Hulk. Tuve que comprar una nueva porque la partí. Era una desesperación tremenda. Yo no sé si les pasa, pero a mí por momentos, cuando tengo muchas ganas con alguien, es como que me late mucho el corazón.
¿A qué edad tuviste tu primera relación sexual?
– A los 15. La mayoria de las situaciones en mi vida han sido lindas. Específicamente con quién, no recuerdo. No sé. Yo vengo de una clase media tirando a alta. Entonces en casa había alguien trabajando para limpiar. Y bueno, uno se enamoraba mucho de ellas. No contrataban señoras grandes.
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