El conductor de «El Show del Regreso» se animó a un ping pong de preguntas y respuestas junto a Ricardo Talavan y habló de todo.
¿Un proyecto?
– Me gustaría tener mi propio programa de televisión de espectáculos. Garpa el escándalo, es lo que vende y está bueno enterarte de las primicias, separaciones, embarazos, si hay cuernos o denuncias. Me gusta comunicar eso y tener a todos los protagonistas opinando.
¿Un desafío?
– El día que me llegue la posibilidad de estar en la tele, el desafío va a ser mantenerse. Llegar cuesta, pero lo más difícil es mantenerse.
¿Tu infancia?
– Lamentablemente a mis 10 años se separaron mis papás. Sufrí su separación y le peleas entre ellos. Hasta los 10 años estuvimos todos juntos, mis hermanos y mis padres, pero hubo un quiebre. Recuerdo ir los fines de semana a ver a mí papá y que él me hable mal de mí mamá y al revés.
¿Esa energía que sale de adentro tuyo, viene de tu papá y tu mamá?
– Sí. Mí padre era un hombre muy trabajador y mí mamá también. Ella tiene 73 años y no para, necesita hacer cosas. Es muy activa y mí papá lo era también. Creo que esa energía la heredé de ellos dos.
¿Un placer?
– Los placeres de la vida uno los pone como en un ranking: comer, salir con amigos, tener sexo y dormir.
¿Mujeres o hombres?
– Soy heterosexual desde que se me abrió el gusto sexual en mi vida, a los casi 17 años cuando tuve mí primera vez. Siempre me gustaron las mujeres hasta el día de hoy. El día de mañana no sé si me levanto y me gustan los hombres.
¿Hobbie?
– Entrenar. Soy muy amante de la actividad física. Le pongo muchas ganas. Entreno una hora cuarenta de lunes a viernes y los sábados que puedo.
¿Qué cosas te enojan?
– No hay peor cosa que una persona me mienta. No acepto la traición. Me decepciona la mentira y el desagradecido, el que se olvida como arrancó y de quien le dio una mano.
¿Hay noches de tristeza?
– Si porque, lamentablemente, a mí me pasó lo de mí hermana Natacha. Es un dolor que lo voy a llevar hasta el último día de mí vida. Es un puñal en el corazón.
¿Se hará justicia?
– Creo en Dios y para mi sí. Él va a hacer justicia, no los fiscales.
¿Crees en Dios?
– Sí. No soy fanático de ninguna religión. Somos judíos y lo digo con orgullo, pero si un día tengo que entrar a una iglesia, entro. Soy muy abierto en ese sentido. Dios es uno, después cada uno tiene su religión. Si bien no soy religioso me considero judío, tengo la circuncisión e hice la comunión judía. Estoy muy feliz de la religión que tengo. Siempre voy a ser un defensor del judaísmo. Mí mamá es católica así que ahí tengo un poco y un poco.
¿Cuando te mirás al espejo, qué ves?
– Me defino como un guerrero, un remador de lo que hago y también un luchador en lo que respecta a mantener a un menor de edad que tiene 15 años y que lo mantengo desde que tiene 12. Me tocó está tarea que Dios me puso de quedar a cargo de mí sobrino y la llevo como puedo, bastante bien gracias a Dios.
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