Mateo Lazcano, Lola Gontero y Facundo Solohaga dialogaron con el legislador porteño por JxC.
¿Qué estrategia usan para convencer a las personas de que el espacio a elegir no es la Libertad avanza?
– Estoy muy enfocado en los que votaron a Juntos por el Cambio en 2019 y en el 2021. Gente que es consciente de la dificultad que significa enfrentar al PJ, que es consiente de los cambios que hay que hacer, y no tiene nada que ver con la idea de la portación de armas, de la renuncia a la paternidad, de darle vauchers a las escuelas o de vender órganos. Realmente no piensan así, y sin embargo, el enojo los ha llevado al punto de decir “no hay nada que hacer, démosle el voto a Javier Milei y que sea lo que sea”. Esta es la conversación en los bares, “me importa nada, no sé si lo va a hacer bien o mal, pero que rompa todo”. Esa es la persona a la que le queremos hablar. Decirle que no hace falta eso, que no nos conviene y que no va a provocar un cambio, provocará un reordenamiento del PJ. Pensemos bien en qué es lo que le hace falta a la Argentina.
¿Por qué Patricia Bulrich queda en medio de Sergio Massa y Milei?
– Eso es una construcción narrativa de Javier, que ha sido efectiva al decir “son todos lo mismo”. Con eso gana algunas cosas. Se pone del otro lado como la novedad y, por otro lado, exculpa al kirchnerismo. Su narrativa intentó generar “la política y los políticos de un lado y yo del otro”, ¿a cambio de qué? ¿de exculpar la corrupción kirchnerista? Esa fractura del escenario político no nos pone en el medio, es un acuerdo entre ellos.