El equipo de ¿Y esto quién lo garpa? dialogó con el gerente de la Confederación de Entidades de Comercialización de Hidrocarburos y Afines, acerca de la situación que atraviesan las estaciones de servicio por el precio de la nafta.
«Desde hace largos meses estamos con el tema de los precios, que fueron congelados durante ocho meses y medio, un sendero de precios hasta mediados de agosto y ahora hay un nuevo sendero de precios, no hay un aumento, hasta octubre», manifestó Guillermo Lego y agregó: «No estamos detrás de los precios, en la necesidad de incrementarlos, sino en la necesidad de que cuando se hace un acuerdo de esta naturaleza, podamos participar para mostrar cuál es nuestra situación. Hablamos pero no tuvimos respuesta, y estamos tomando ciertas decisiones para manifestar lo que nos está pasando hace dos años».
Cerrar las estaciones implica ganar menos, pero expone la situación.
– La idea es manifestar eso. Lo que sucede es que llega un momento en el que no hay bolsillo de la parte empleadora. La realidad es que el sindicato pide algo que es más que lógico, que el suplemento que tienen, por lo menos, se acomode a la inflación. Nuestros ingresos dependen del ingreso bruto, que es entre un 8 y 10%, con lo que tenemos que afrontar todos los gastos. Si eso está congelado, y los egresos se van actualizando con la inflación, la situción se vuelve más crítica.
¿El costo mayor son los sueldos?
– Si, practicamente es un 60 o 65% de todo el costo de la estación de servicio, dependiendo la cantidad de empleados y la estación. Eso se va actualizando cada vez que hay una paritaria aproximándose a la inflación. Contra eso luchamos, ingresos frenados, no tenemos respuestas. Cosas sencillas pedimos, por ejemplo cuando el cliente paga con tarjeta de crédito, se reintegra ese dinero a los 16 días, es una verguenza. Pedimos comunicarnos con el Banco Central.