Yanina Granda, Elías Bravo y el equipo de Mirada Nacional charlaron con el presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios.
Es un momento muy crítico, de mucha incertidumbre para los trabajadores en el plano económico ¿Cuál es tu lectura de lo que está pasando y qué es lo que provoca la paralización de la economía?
– Hay un problema político muy grande. Tiene que ver con las tremendas tensiones, diferencias que existen dentro del propio gobierno que se transmiten en sociedad y generan desconfianza. La economía, aquí y en cualquier lugar del mundo, funciona por expectativa. cuando la expectativa es buena, la rueda funciona y vamos para adelante. Cuando la expectativa es mala, la economía se detiene, y es lo que está pasando hoy en la Argentina. Lo primero que hay que intentar lograr es que los que tienen la responsabilidad de gobernar, lleven calma a todos y demuestren que realmente estan pensando en el pueblo. Algo que se necesita es menos ideología, más ideas, y mucho pragmatismo para salir adelante. Hay una realidad, la Argentina se quedó sin recursos, sin divisas. Y eso no se puede esconder. Sabíamos que tarde o temprano íbamos a llegar a un proceso en el que el Banco Central iba a decir ‘señores, no tengo más dinero para las importaciones, para las cosas que son necesariamente básicas’.
¿Qué medida esperan que declare la ministra de economía que pueda traer algo de normalidad a la situación que está pasando?
– En realidad, el gobierno tiene muy pocas herramientas. Cuando me refiero a pocas herramientas, no tiene las divisas necesarias para que vuelva a la normalidad de lo que es un mercado externo. A Silvina Batakis le tengo que reconocer la enorme vocación de servicio, y fundamentalmente un gran espíritu de sacrificio, porque ser ministro de economía en la Argentina es un trabajo tremendamente insalubre y con un altísimo riesgo de que salga mal. La Argentina es un país complicado. Los argentinos estamos acostumbrados a una sociedad demandante. Por lo tanto, hay que hacer demasiados cambios estructurales muy profundos y dolorosos para esta sociedad y para eso, sólo no alcanza con el gobierno.
¿Qué medida tendría que tomar un ministro de economía hoy como para calmar un poco las cosas?
– Son todas medidas que la sociedad no va a aceptar. Hay que bajar el gasto público, hay que terminar con los subsidios en energía, transporte, bajar el déficit fiscal. Ni hablar de que hay que hacer una reforma tributaria, hay que modernizar el marco laboral, muchísimas cosas.
¿Cuál es la lectura que tienen los empresarios sobre el futuro de este gobierno y qué es lo que más les preocupa?
– Nos precupa todo esto que te estaba diciendo. Necesitamos serenidad y en este momento no existe la serenidad. Vivimos en permanente crispación.
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