El equipo de Mirada Nacional charló con el político y periodista acerca de la actualidad del país.
¿Cuál es tu lectura sobre la interna que hay en el Frente de Todos, y qué es lo que realmente está pasando con el gasoducto?
– El gobierno está roto desde que se inició. Vos podés acelerar el agua y el aceite con un acelerador y parece que se mezclan, pero cuando lo desenchufás ves que el agua es agua y el aceite es aceite. Y los intereses de unos ciertos sectores chocaron inmediatamente. A partir de que el gobierno asumió la responsabilidad, solo quedaba que todo se rompa más, y eso es lo que está pasando todos los días. Con el tema del gasoducto, el gasoducto es la exteriorización de que en realidad en la Argentina existe una casta económica y una clase política. Un grupo de “empresaurios”, saqueadores que viven del estado y quieren llamarse empresarios privados, que siguen robando a los argentinos y le dicen a la gente que la culpa es de la política, cuando ellos son los jefes.
¿Crees que este es el camino a una derrota electoral contra el PRO? ¿Qué consecuencias tendría en caso de ser así?
– Los sectores nacionales y populares están condenados electoralmente. Acá los derrotados somos los argentinos porque gane quien gane, seguirá ganando la licitación a Techint. Lo que realmente pasa es que no dejamos de ser perros, hemos cambiado el collar. Así que yo convoco a los compañeros a despertarse.
Por lo general, decís que objetivo es destruir la clase media, degradarla, y la dependencia de la gente con el Estado. ¿Podés resumir cuál es tu lectura y cómo tienen pensado lograr esto?
– La medida que sube el piso de los planes sociales y baja el piso del salario. La gente que cobra una asignación no tiene ganas de trabajar. Finalmente, lo que les dicen a las clases trabajadoras es ‘no trabajes, no nos interesa que trabajes. No nos interesa el trabajo, la manufactura, la industria. Somos un país agroexportador. Somos un almacén, y vos no sos necesario. Así que, te vamos a tirar una moneda ahí polenta, y dejá de molestar’. La oligarquía está cerrando el circuito anglosajón extinguiendo la clase media, que es el objetivo final.
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