El viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación habló con Quique Dupláa sobre el contexto ambiental que enfrentamos en tiempos de un notable cambio climático.
Luego de 77 años, el río Paraná está sufriendo una bajada histórica en su caudal, por lo que, desde el Estado, se decretó la Emergencia Hídrica. Para hablar al respecto, Sergio Federovisky, biólogo y viceministro de Ambiente de la Nación, fue entrevistado esta mañana por el equipo de ‘Alguien en el Mundo’ y allí contó que, lo que estamos viviendo, es un fenómeno de la región, originado en el hecho de que la zona del Amazonas y del Mato Grosso padece una de las sequías más prolongadas de la historia: «no llueve en la Mesopotamia Argentina, en cantidades normales, desde más de un año».
Federovisky manifestó, además que, si bien el influjo del cambio climático produce una acentuación de la bajante, sobre él se montan otras situaciones que influyen directa y negativamente: la deforestación, la pérdida de humedales y dificultad de la ragulación de las represas que están aguas arriba del Paraná. «Todo eso hace un cóctel que deviene en un problema mayúsculo que es multicausal y tiene consecuencias malas», comentó.
El viceministro no sólo apuntó a lo climático, como el origen de los desastres naturales, sino que también es un desastre de orden institucional, político, económico, ambiental y social.
«Se montan acciones concretas sobre el sistema, que en tiempos de normalidad, se realizan en nombre del progreso pero cuando afectan en estas situaciones, vemos cuáles han sido sus consecuencias negativas. Los efectos más dramáticos de la bajante no están en ella, sino en lo que el hombre hace aprovechando esa situación», manifestó.
Con respecto a lo que sucede en el mundo, delaró que los científicos han hablado sobre la agudización de los extremos, lo cual quiere decir que los eventos que normalmente ocurrían en determinado momento, ahora tienen mayor recurrencia y una intensidad y brutalidad mucho mayor.
En la misma línea, Federovisky expresó que siempre hubo sequías, pero no con la intensidad que vemos ahora. Lo mismo pasa con las inundaciones, ya que actualmente se manifiestan con brutalidad. «Esta es una de las manifestaciones más claras del cambio climático», expresó.