Juan Martínez y Belu Ambrosio charlaron con el baterista de «Cochecama», Horacio Bonansinga, acerca de su grupo y su trabajo durante el confinamiento.
La industria de la música durante el tiempo de pandemia fue una de las más afectadas. La cancelación de las presentaciones y la falta de trabajo en los músicos independientes fue casi trágica. Ellos pasaron el confinamiento de una forma diferente. Inactivos, congelados e imposibilitados de cualquier show en vivo, pero existía, dentro de la crisis, una gran oportunidad.
En comunicación con Radio Ensamble, Bonansinga, baterista de la banda Cochecama expresó que cuando se decía que existía un virus, él con su grupo tenían algunas ideas de canciones para sacar el tercer disco que se llegaron a concluir justo cuando llegó el coronavirus a la Argentina.
Con el fin de aprovechar el tiempo y realizar los proyectos pendientes, decidieron poner manos a la obra antes de que llegue la segunda ola. De esta manera, con un poco de material que tenían y la flexibilización de las medidas, retomaron las actividades y pudieron cumplir el objetivo que tenían: sacar un videoclip. Sumado a esto, contó que grabaron dos temas e hicieron una sesión de fotos. Se fortalecieron y supieron reciclar ese tiempo “muerto” por darle un nombre.
Con respecto al origen del nombre de la banda, el baterista mencionó que el cantante de Cochecama viajaba por el mundo y les enviaba postales sonoras: «La banda se gestó como en un viaje constante, entonces dijimos: qué representa un viaje si no es el arte, la música, algo para transportar a otro lado, quizás, hasta sin viajar», expresó. Podríamos decir que es un caso de resiliencia absoluta con un final feliz.