Un caso médico insólito, turismo carretera y un sueño a punto de cumplirse

DEPORTES

 

Juan Martínez (Mejor de Tarde) dialogó con Belén Ameijenda, protagonista de una emocionante historia de superación. La joven de 24 años nació con espina bífida y está a punto de convertirse en la  primera piloto mujer con discapacidad en Latinoamérica.

Resulta difícil escuchar a Belén Ameijenda y no trasladarse, por unos segundos, a aquellos almuerzos dominicales que describe con suma calidez. Almuerzos que, inevitablemente, resultan conocidos para una gran mayoría de argentinos que convierten al deporte en el centro de mesa. En este caso, dichos almuerzos eran invadidos por el automovilismo deportivo, una pasión que, a pesar de las diversidades, impulsó, impulsa e -indudablemente- impulsará a Belén por un camino de permanente superación.

Belén Ameijenda nació con un diagnóstico (y pronóstico) poco alentador. Padece espina bífida, una deformación congénita que no auguraba un buen futuro. «Los médicos dijeron que nunca iba a caminar y al año y media de vida pude estar de pie con un andador. Hoy camino con bastones pero dando batalla desde el minuto uno«, resaltó quien, inminentemente, se convertirá de manera oficial en la primera piloto mujer con discapacidad de Latinoamérica. Como si fuera poco, muchos especialistas aun no comprenden como no se manifestaron muchas más secuelas en Belén, quien únicamente padece la falta de musculatura y fuerza en las piernas: «Algunos médicos catalogan mi situación como un caso aparte«, confesó la deportista.

La pasión de Belén con el automovilismo es prácticamente inmemorial. Tal es así que, además de los almuerzos donde el turismo carretera invadía fervorosamente los domingos, la también periodista deportiva (estudió dicha profesión al terminar el colegio secundario para poder adentrarse en el automovilismo en caso de no poder practicarlo) recuerda sus primeras experiencias dentro de un automóvil: «Le pedía el volante a mi papá a cada rato y siempre me decía que no. A los 10 años, en un lugar donde no había nadie, me sentó a upa y mientras él pisaba los pedales yo usaba el volante«, relató la joven piloto con melancolía.

A mediados de marzo, Ameijenda participará en la Fórmula 1100 bonaerense, una categoría zonal de gran importancia en la provincia, pero aún restan definir detalles para poder debutar en la segunda fecha en el mes de abril: «Ya contamos con la habilitación médica, nos faltan los sponsors. Como entendemos que la situación es complicada, se decidió que todas las empresas que se quieran sumar pueden hacerlo de varias maneras, sea aportando lo que puedan mensualmente, tanto dinero como repuestos o indumentarias de seguridad«.

Para concluir, la futura piloto invitó a todos a soñar: «En mi Instagram (@belu.honda) tengo una frase: lo único imposible es aquello que no intentas. Invito a todos a que intenten y no se queden con la duda«.