El ex-presidente riojano murió este domingo a los 90 años. Se encontraba internado en el Sanatorio Los Arcos desde el pasado 15 de diciembre a raíz de una infección urinaria que derivó en diversas complicaciones.
Probablemente, la figura más reconocida a la hora de pensar en la década de los 90 en la República Argentina. El riojano Carlos Saúl Menem, hijo de inmigrantes sirios y nacido en 1930 (Anillaco), fue uno de los exponentes políticos más poderosos de la historia nacional. Una afirmación que, al menos sin analizarla con profundidad, puede traslucirse desde su extenso mandato iniciado en 1989, tras concluir la gobernación de su provincia natal iniciada en 1983 y vencer a Antonio Cafiero en las internas del PJ, y finalizado 10 años después, en 1999.
Indudablemente, su mandato ha estado señalado por varías polémicas que se recuerdan con fervor al día de hoy; una economía recordada, principalmente, por la Ley de Convertibilidad (que produjo una relación cambiaria fija entre la moneda nacional y la estadounidense) y las diversas privatizaciones sobre el sector público; los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA entre 1992 y 1994; las explosiones en la planta local de Fabricaciones Militares de la ciudad de Río Tercero en 1995 (el juicio iba a ser recién este año) y el homicidio de José Luis Cabezas en 1997, hecho que habría sido determinante en el ocaso del gobierno, tras las elecciones legistlativas de ese mismo año.
Tras el fallecimiento del también actual Senador, el presidente Alberto Fernández publicó un afectuoso mensaje en su cuenta de Twitter: “Con profundo pesar supe de la muerte de Carlos Saúl Menem. Siempre elegido en democracia, fue gobernador de La Rioja, presidente de la Nación y senador nacional. En dictadura fue perseguido y encarcelado. Vaya todo mi cariño a Zulema, a Zulemita y a todos los que hoy lo lloran”. A su vez, fueron decretados tres días de duelo nacional.
Amén de no haberse ultimado todos los detalles, se estima que Menem será velado en el Salón Azul del Congreso Nacional.