Tatuajes sanadores: el lado B de las cicatrices

SOCIEDAD

 

Diego Mandinga es tatuador y tiene un proyecto llamado Tatuaje Sanador, en el cual realiza tatuajes a aquellas personas que por algún motivo especial les toco vivir la traumática experiencia de ver afectada su imagen y salud.

La fundación Mandinga Tatoo, apadrina desde hace 12 años a escuelas rurales del interior del país en las provincias de Jujuy y Santa Fe. También hace reconstrucciones de aureolas mamarias para aquellas mujeres que padecieron cáncer de mamá y perdieron sus pechos. Esto lo realizan de forma totalmente gratuita.

Hace poco, comentó Diego, empezamos con un proyecto que se llama «Tatuajes sanadores», que tatúan a gente que tuvo grandes accidentes, quemaduras del 80%,  o violencia de género y tapan las cicatrices con tatuajes.
De todas partes del mundo y de todas las edades vienen a tatuarse con Diego. Desde personas de 79 años, llegan para poder cambiar de vida, resignificar las marcas del cuerpo y sentirse mejor.

«Las historias son apasionantes. Llega gente muy angustiada, tapada, llegan con pañuelos, manga larga. Poco a poco se van despojando de la ropa y después salen en musculosa. Se armó un grupo que se llama Los Fénix porque es un renacer», expresó Diego.

La fundación tiene dos sedes, una en Lugano y otra en San Telmo, donde todos los sábados se realizan consultorías gratis para la prevención del cáncer de mama. También abrieron otro local en Canning.

Entrevista completa ↓
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